miércoles, 12 de noviembre de 2008

Me canto las 40

Soy esclava de mi finiquitud y mis defectos
Subo escalera porque debo llegar arriba,
camino hacia delante porque debo mirar donde pongo mis pasos,
lubrico mis ojos con lágrimas, me embadurdo de vicios, me conformo con poco.

Dependo de la tecnología y de la baba ajena
Me lleno los bolsillos agujereados de sueño y promesas, que tal vez imaginé, que tal vez no.
Siento mi cuerpo mutar
Siento mis palabras trasformarse de a poco
Soy esa ficcion que dicta mis deseo de ser

Me escondo en el los silencios que hay entre las palabras, hablo mucho, digo poco.

No soy un ídolo, no le cambie la vida nadie
No soy inolvidable, ni inmortal,
No vine a esta vida a traer una nueva historia, o alguna moraleja.

Me persiguen mis fantasmas, me ahogo en vasos de aguas medios vacíos menos lleno,
No tengo una reputación que cuidar, ni una utopía que realizar
Me vuelvo cínica y silenciosa
Me rehúso a bautizar mis nuevas fantasías con grandes títulos en rojo
Me sacó la coraza, y las lanzas siempre me dan en el corazón

Pero sigo,
Sigo siendo mujer, hermana, hija, amiga, amante, ilusionista, crédula, soñadora, despistada, mariposa, mortal.