martes, 18 de marzo de 2008

Poder (re) nacer de un árbol




Luego de unos segundos, la corteza del tronco empieza a tomar presencia en en la espalda. Hebras de cabello le acarician las mejillas. Las hojas filtran los cálidos rayos de sol, y el viento mueve el mosaico de sombras y luz. Ella se mira las manos latientes, los 5 dedos, las palmas, gemelas, pero distintas.
No era tan difícil encontrar una sombra de árbol frondosa. Lo difícil, tal vez, era sentarse. Apoyarse, cruzar las piernas, el tronco, la tierra. La vorágine del viento hacia las moscas invisibles, aunque era factible que aunque imperceptibles existían.
En sus oídos atolondrados pensamientos entonaban melodías desafinadas. Trataba de cerrar los ojos, al menos por unos instantes, pero la realidad-vértigo, le obligaba a abrirlos de repente. El tiempo se pisa los talones. La vanidad le pisa los talones. La locura le pisa los talones. Su piel le exige desaparecerse de esa helada corriente. Deseó. Deseó con su alma paz.



.....................................................................................Sus pensamientos pararon de gritar en sus tímpanos.


De la luz de la tarde aparecieron sonidos de gotas húmedas en las ondas de un aljibe. Ligeras, espaciada y profunda. Ruido de lluvia pequeña de abril. Prosa. Soledad cubierta de caramelo.
El aire se mueve, existe. Se cae y se desliza por la tierra, mueve, agita, respira, exhala, baila. Aire.
Ella final cerro-abrió los ojos. Ahora veía. Veía ese árbol, esa tarde, esa luz tenue y ocre que envolvía todo lo que existe alrededor. Éxtasis. Sen. Aire. Nacer. Árbol.

1 comentario:

eltramonta dijo...

Azul: entré aquí por "la hora de los abrazos"!! el abrazo es una cosa tan especial para mí, como veo, "siento" que lo es para vos. Claro que a muchos y sobre todo aquí en Mza, eso de abrazarse, hummm, no les cae, ah?
Bueno, al cuerno con ellos y ellas que se pierden la longitud y latitud de un abrazo, de los abrazos
No es casual: yo casi siempre me despido diciendo un abrazón
y más en este momento, con vos
Osvaldo