“…en el pillaje que se produjo desde el año 1503 a 1660 llegó a España 185.000 kilos de oro; 16 millones de kilos de plata, y durante la época colonial, España hurtó suficiente plata como para tender un puente de plata desde la cumbre del cerro Potosí de Bolivia hasta el palacio real de la corona española en Europa…”
Eduardo Galeano
Eduardo Galeano
Un día apareció Europa arrepentida, remolcando un largo, enorme, colosal puente hecho con metales preciosos. Europa ya vieja, superpoblada, con sus relatos en crisis, con su tecnología obsoleta y su pueblo incrédulo, lloraba.
“Te devuelvo el puente" dijo. América resentida, la miraba con cara de nada.
América, mezcla heterogénea de colores, religiones, infancias, con su miseria y su candombe, con su orgullo y su inflación, miraba de reojo el puente. Parecía estar entero.
“¿Y que se debe todo esto?”, preguntó.
“Nada, vino esta chica y nos leyó lo del puente y nada, me dio pena, así que te lo devuelvo. Ahí lo tenes”. Dijo haciéndoles señas a los muchachos para que lo descargarán.
América enfurecida, mostraba su lado mas sarcástico “Para que lo quiero ahora al puente?. Y donde pretendes que lo ponga?.
Las lágrimas de Europa desaparecieron. “Eso cosa tuya yo te lo dejo acá y después ves.”
“Ahora lo venís a devolver. Sabés que…No lo quiero. Metetelo en el centro de Mónaco, vieja roñosa.”
Europa ofendidísimo, me miraba furiosa. “Eh…Y yo no tengo nada que ver” dije yo que miraba la pelea con los brazos cruzados.
“Te devuelvo el puente" dijo. América resentida, la miraba con cara de nada.
América, mezcla heterogénea de colores, religiones, infancias, con su miseria y su candombe, con su orgullo y su inflación, miraba de reojo el puente. Parecía estar entero.
“¿Y que se debe todo esto?”, preguntó.
“Nada, vino esta chica y nos leyó lo del puente y nada, me dio pena, así que te lo devuelvo. Ahí lo tenes”. Dijo haciéndoles señas a los muchachos para que lo descargarán.
América enfurecida, mostraba su lado mas sarcástico “Para que lo quiero ahora al puente?. Y donde pretendes que lo ponga?.
Las lágrimas de Europa desaparecieron. “Eso cosa tuya yo te lo dejo acá y después ves.”
“Ahora lo venís a devolver. Sabés que…No lo quiero. Metetelo en el centro de Mónaco, vieja roñosa.”
Europa ofendidísimo, me miraba furiosa. “Eh…Y yo no tengo nada que ver” dije yo que miraba la pelea con los brazos cruzados.
América suspiraba mientras movía la manito diciendo un suave “Tomatela, tomatela.
Fue al pedo, eso me pasa por meterme en lo que me importa.
Fue al pedo, eso me pasa por meterme en lo que me importa.
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